Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee,
y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mí.
Éramos sólo dos niños mas ¡tan grande nuestro amor!
que los ángeles del cielo nos tuvieron envidia
pues no eran tan felices (ni siquiera la mitad )
como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar.
Por eso un viento partió de una oscura nube… aquella noche…
para helar el corazón de la hermosa Annabel lee,
luego vino a llevársela su noble parentela
para enterrarla en un sepulcro en aquel reino junto al mar.
Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores
que saben más, como dicen, de las cosas de la vida
¡Ni los ángeles del cielo ni los demonios del mar
separaran jamas mi alma del alma de Annabel Lee!
No luce la luna sin traermela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
y así paso la noche acostado con ella
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.
En aquel sepulcro junto al mar
en su tumba junto al mar ruidoso.
jueves, 14 de mayo de 2009
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