- El cuerpo blanco del atardecer
Se desgarra y se vuelve escarlata,
Tajeado y drenado y desecado
Hasta volverse carmesí,
Y cuelga irónicamente
Con guirnaldas de niebla.
Y el viento
Soplando sobre Londres desde Flandes
Tiene un gusto agrio.
Es éste un Blog que intentará reunir una gran parte de los poemas de valía mundial. Tarea difícil será, pero la haremos: mejor dicho, intentaremos hacerlo. José G. Martínez Fernández.